ORIENT. FAMILIAR




TÉCNICAS Y ESTRÁTEGIAS DE ESTUDIO

Las técnicas de estudio se están convirtiendo en uno de los conceptos más importantes en el mundo estudiantil. Después de ver todo el fracaso escolar que se está cosechando en los centros educativos, a los estudiantes os queda la opción de mejorar vuestro rendimiento con normas, trucos, técnicas o recetas de estudio que puedan mejorar claramente los resultados. Las técnicas de estudio son un conjunto de herramientas, fundamentalmente lógicas, que ayudan a mejorar el rendimiento y facilitan el proceso de memorización y estudio.

Mentalízate. Ante todo es fundamental la mentalización de "tener que estudiar". Si partimos de la base de que no queremos estudiar el resto sobra. Pero es evidente que ante la situación social la preparación concienzuda para nuestro futuro laboral es algo clave. La organización a la hora de comenzar un año escolar es fundamental.

       El estudio diario, siento decirlo, es casi obligatorio. No consiste en estar delante de los libros dos o tres horas todos los días. Consiste en ver nuestras propias necesidades, analizar en que campos o temas tenemos más problemas, cuales son las prioridades inmediatas (exámenes, y trabajos, presentaciones, etc.), y a partir de ahí confeccionarnos un horario de "trabajo" diario. Sí, digo bien, "trabajo" ya que debemos concienciarnos que el estudio, hasta llegar al período laboral social, es nuestro verdadero trabajo y lo debemos ver, o por lo menos intentar, como algo inherente a nosotros mismos que va a facilitar, con toda seguridad, nuestra posterior vida laboral. Estudiamos para nosotros, para nuestro porvenir (métetelo en la cabeza), no para nuestros padres.
Organízate antes de empezar.
         La organización es uno de los elementos fundamentales a la hora de empezar a estudiar o a la hora de comenzar a preparar un examen, una oposición, una prueba, etc.
Es fundamental que en esa organización tengas en cuenta todo lo que haces a lo largo del día, y que confecciones un horario realista y que puedas cumplir. Reserva tiempo para el descanso y el ocio y no te olvides de contabilizar los períodos de transporte, comer y cenar, salir con los amigos, etc. Ese horario debe ser como tu agenda de trabajo diario.
           Confecciónalo el domingo a la noche para el resto de la semana y si es necesario varíalo a lo largo de los días. Ten en cuenta que deberías estudiar todos los días, o por lo menos mirar los temas del día siguiente. Convierte tu horario en algo que debes cumplir por rutina y verás como al cabo del tiempo verás que tienes más tiempo para todo, pero bien organizado.

1.      EL MÉTODO DE ESTUDIO.

El método de estudio que utilicemos a la hora de estudiar tiene una importancia decisiva ya que los contenidos o materias que vayamos a estudiar por sí solos no provocan un estudio eficaz, a no ser que busquemos un buen método que nos facilite su comprensión, asimilación y puesta en práctica.

Es fundamental el Orden. Es vital adquirir unos conocimientos, de manera firme, sistemática y lógica, ya que la desorganización de los contenidos impide su fácil asimilación y se olvidan con facilidad.

Recomendaciones para diseñar un buen método de estudio:

1.      Organización del material de trabajo. “Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa”
2.      Distribuir el tiempo de forma flexible, adaptada a cambios y a circunstancias.
3.      Tener en cuenta las dificultades concretas de cada materia.
4.      Averiguar el ritmo personal de trabajo
5.      Ser realista y valorar la capacidad de comprensión, memorización, ...
6.      Comenzar por los trabajos más difíciles y dejar los más fáciles para el final.
7.      Memorizar datos, entenderlos y fijarlos.
8.      No estudiar materias que puedan interferirse: Ej, vocabulario de ingles con el de alemán.


2.      PRINCIPALES TÉCNICAS DE ESTUDIO

(Lee con atención estas técnicas de estudio. Son fundamentales a la hora de aprender en cualquier asignatura. Si no entiendes algo pide ayuda a un adulto.)

1.      Primera lectura individual: superficial para captar lo que dice el texto.

2.      Segunda lectura individual: más lenta y reposada para detectar las ideas importantes.

3.      Subrayado: subrayar las ideas más importantes que detectado durante la 2º lectura.

4.      Esquema: organizo las ideas que he subrayado. Desde la más importante a la menos. Tener en cuenta cuáles son las ideas principales y cuáles las secundarias.

5.      Resumen: una vez he realizado el esquema expongo por escrito, utilizando mis propias palabras las ideas más importantes de forma breve. He de tener cuidado en cómo redacto, escribir requiere pensar lo que quiero decir. Recuerda que no estás en una conversación con un amigo. Has de ser claro y concreto.

6.      Mapa conceptual: extraigo las palabras más importantes del texto, las coloco en forma de títulos e intento relacionarlas entre ellas mediante flechas.

7.      Estudio: estudio lo que he trabajado: dependiendo de lo tenga que estudiar utilizaré un tipo de estudio u otro. Si por ejemplo voy a estudiar una lista de palabras, como por ejemplo los tipos de determinantes artículos (el, la, los, las) realizaré un estudio memorístico (“de memorieta”). Pero si en cambio tengo que estudiar un texto de conocimiento del medio en el que me explica cómo realizan las plantas la fotosíntesis tendré que intentar razonar lo estoy estudiando y ver su parte práctica.

8.      Repaso: una vez he estudiado la lección tengo que repasar. Para ello puedo utilizar técnicas como las siguientes: pedirle a los papás o un hermano mayor que te haga preguntas o explicarles lo que has estudiado cómo si fueses un maestro. También puedes probar realizando un examen casero, hacerte preguntas, contestar (sin copiar) y luego tu mismo, con ayuda de un adulto, comprobar tus aciertos o tus errores.


3.      DONDE ESTUDIAR Y COMO ESTUDIAR.


ü     En una habitación que dispongas para ello, si puede ser de tu uso exclusivo, sin malos olores, bien aireada y ventilada, ni con mucho calor ni con frío, sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones (televisión, cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.).

ü     Ten una mesa de trabajo amplia, en la que puedas tener encima todo el material que vas a necesitar, sin otros objetos de distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc.

ü     La luz que sea preferiblemente natural y si no es así que sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con la que escriben (a un zurdo la luz tendrá que provenirle de la derecha).

ü     Tanto la mesa como la silla deberán estar en consonancia con tu altura, ser cómodas pero no en exceso. La silla tiene que tener respaldo y ser dura. La excesiva comodidad te llevará a rendir menos e incluso a dejar de estudiar, pero con la incomodidad ocurrirá lo mismo.

ü     Debes cuidar mucho la postura. Con el tronco estirado y la espalda apoyada en el respaldo de la silla. A una distancia alrededor de 30 cm. del libro o apuntes y si es posible que estén inclinados por un atril u otro objeto, esto hace que la vista y los ojos no se cansen tan pronto.

ü     Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar, no titubees e intenta mentalizarte de que ese es el trabajo que tienes que hacer y es mejor hacerlo con alegría y distensión que enfadados y sin ganas.

ü     Es muy importante que antes de ponerte a estudiar hagas una reflexión sobre todo lo que vas a necesitar y lo coloques o en la mesa o al alcance de la mano (diccionarios, libros de consulta, bolígrafos, reglas, enciclopedias, etc).

ü     También es muy importante que sepas que es lo que vas a hacer cada día y tenerlo todo planificado (pero con flexibilidad). Por eso es muy conveniente que hagas un horario de estudio diario pero que tiene que ser realista, teniendo en cuenta tus capacidades, realizable y factible y también flexible y preparado para los imprevistos, donde no solo esté reflejado el tiempo de estudio sino también el tiempo de ocio y descanso. Recuerda que cada hora debes descansar 10 minutos.

ü     A la hora de hacer tu horario piensa cual es el mejor momento para estudiar, según tus condiciones, y siempre empieza por las asignaturas más fáciles para pasar posteriormente a las más difíciles y terminar con otras también fáciles.

ü     Las horas de ocio también son importantes, no te olvides de ellas.

ü     Debes dormir una media de 8 a 10 horas, es fundamental para luego rendir bien.


4.      LA ATENCIÓN Y LA CONCENTRACIÓN. CÓMO LOGRARLA.

La atención es el proceso a través del cuál seleccionamos algún estímulo de nuestro ambiente, es decir, nos centramos en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor e ignoramos todos los demás.
Solemos prestar atención a aquello que nos interesa, ya sea por las propias características del estímulo (tamaño, color, forma, movimiento…) o por nuestras propias motivaciones. Así pues, la atención y el interés están íntimamente relacionados, al igual que la atención y la concentración.

Factores que favorecen la atención-concentración

·         Interés y voluntad a la hora de estudiar
·         Planifica el estudio de un capítulo o del desarrollo de un problema de forma muy concreta, para un espacio de tiempo corto, no mas de 30 minutos.
·         Transcurridas dos horas de estudio descansa brevemente para relajarte de la concentración mantenida hasta ese momento.
·         Cambia la materia de estudio: así podrás mantener por más tiempo la concentración. Si dedicas una hora a una asignatura haciendo dos descansos de 5 minutos puedes dedicar otras dos horas a asignaturas distintas, con descansos un poco más prolongados de 8-10 minutos sin que descienda tu concentración
·         Tomar apuntes: Si durante las explicaciones del profesor esta atento a sintetizar mentalmente y por escrito en frases cortas los detalles de interés, ejercitarás la atención.


5.      LA LECTURA.


Lectura

Saber Leer
®      Es el medio ordinario para la adquisición de conocimientos que enriquece nuestra visión de la realidad, aumenta nuestro pensamiento y facilita la capacidad de expresión.

®      Es una de las vías de aprendizaje del ser humano y que por tanto, juega un papel primordial en la eficacia del trabajo intelectual.
®      Leer equivale a pensar y saber leer significa identificar las ideas básicas, captar los detalles mas relevantes y emitir un juicio crítico sobre todo aquello que se va leyendo.

Actitudes frente a la lectura. ¿Que debo hacer cuando leo?


1.      Centra la atención en lo que estás leyendo, sin interrumpir la lectura con preocupaciones ajenas al libro.

2.      Ten Constancia. El trabajo intelectual requiere repetición, insistencia. El lector inconstante nunca llegará a ser un buen estudiante.

3.      Debes mantenerte activo ante la lectura, es preciso leer, releer, extraer lo importante, subrayar, esquematizar, contrastar, preguntarse sobre lo leído con la mente activa y despierta.

4.      No adoptes prejuicios frente a ciertos libros o temas que vayas a leer. Esto te posibilita profundizar en los contenidos de forma absolutamente imparcial.

5.      En la lectura aparecen datos, palabras, expresiones que no conocemos su significado y nos quedamos con la duda, esto bloquea el proceso de aprendizaje. Por tanto no seas perezoso y busca en el diccionario aquellas palabras que no conozcas su significado.


6.      PASOS PARA LA INTERVENCIÓN EN LA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS.

(Lee con atención estos pasos, te pueden ayudar a aclararte a la hora de enfrentarte a los problemas matemáticos. Si no entiendes algo pide ayuda a un adulto.)

r     Paso 1º. Leer el problema en voz alta y buscar las palabras que no se sepan.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Lo primero que tengo que hacer es leer el problema detenidamente ara entenderlo bien. Entender lo que me piden es lo más importante. Si no lo entiendo lo vuelvo a leer. Si sigo sin entenderlo pido ayuda.
b)     ¿Lo estoy haciendo bien?
Asegurarme que lo estoy entendiendo en todo momento.
c)     ¿Lo he hecho bien?
Si caigo en la cuenta más tarde de que no lo he entendido bien, lo volveré a leer prestando mucha atención.

r     Paso 2º. Exponer la información. Plantear cuestiones. Subrayar la información importante.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Tengo que plantear el problema con mis propias palabras y subrayar lo más importante.
b)    ¿Lo estoy haciendo bien?
Digo la información con mis palabras.
c)     ¿Lo he hecho bien?
Repaso lo que he hecho.

r     Paso 3º. Visualizar el problema. Dibujar una representación.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Hago un dibujo o un esquema que represente bien la información.
b)    ¿Lo estoy haciendo bien?
Realizo detenidamente el esquema o dibujo que resuma muy bien la información.
c)     ¿Lo he hecho bien?
Lo repaso y solicito ayuda si lo necesito.

r     Paso 4º. Describir los pasos y signos de las operaciones.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Hago un plan. Decido las operaciones que tengo que hacer, cuidado con las que van primero y las que vas después. Anoto los signos.
b)    ¿Lo estoy haciendo bien?
Con paciencia describo los pasos. Hay problemas que tiene más de un paso. Procuro no saltarme ninguno.
c)     ¿Lo he hecho bien?
Comprobación.

r     Paso 5º. Estimar.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Decir el resultado aproximado y luego comprobar con el resultado.

r     Paso 6º. Calcular.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Hacer las operaciones en el orden correcto.
b)     ¿Lo estoy haciendo bien?
No mezclar las operaciones. Ser ordenado y limpio.
c)     ¿Lo he hecho bien?
Lo compruebo y solicito ayuda si lo necesito.

r     Paso 7º. Auto-comprobación.
a)     ¿Qué tengo que hacer?
Compruebo las operaciones.

 
  ORIENTACIÓN FAMILIAR
Técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje



CASOS PRÁCTICOS

INTERVENCIÓN COGNITIVA EN DIFICULTADES EN SOLUCIÓN DE PROBLEMAS


Seleccionar un problema de matemáticas de Primaria y aplicar la secuencia de las 7 estrategias elaborada de Montagne y Boss.




Las estrategias consisten en:

  1. Leer para comprender.
  2. Parafrasear.
  3. Visualizar: esquema o dibujo.
  4. Hipotetizar. Realizar un plan: operaciones y pasos.
  5. Estimar. Predecir la respuesta.
  6. Calcular. Hacer las operaciones.
  7. Comprobar.

R En cada una de las 7 estrategias se realizan las siguientes preguntas:
-       ¿Qué tengo que hacer?
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
-       ¿Lo he hecho bien?




Problema:

Un amigo de mi padre nos ha regalado dos bolsas de caramelos; la mía tenía 16 caramelos y la de mi hermana, 14. Nos hemos comido entre los dos 7 caramelos ¿Cuántos caramelos quedan ahora?



  1. Leer para comprender.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Lo primero es leer detenidamente el problema para entenderlo bien. Entender lo que me piden es lo más importante. Si no lo entiendo lo leo varias veces.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
Creo que lo estoy entendiendo. El problema va sobre operaciones con caramelos.
-       ¿Lo he hecho bien?
Me parece que sí. Lo he leído un par de veces despacito.

  1. Parafrasear.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Tengo que poner el problema en mis palabras y subrayar la información importante.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
A ver; el problema dice que a mi hermana y a mí, nos dan una bolsa de caramelos; la mía tiene 16 caramelos y la de mi hermana 14. Vale, lo repito varias veces “yo tengo 16 y mi hermana 14”. Luego nos comemos entre los dos 7 caramelos. Recuerda 7 caramelos menos. Y la pregunta, ¿cuántos nos quedan?
-       ¿Lo he hecho bien?
Voy a repasar. Lo que tenemos entre los dos, lo que nos comemos y lo que nos queda.

  1. Visualizar: esquema o dibujo.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Tengo que realizar un dibujo que represente muy bien el problema.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
Veamos, primero pongo mi nombre en un conjunto y dentro 16 caramelos. Luego pongo otro conjunto con el nombre de mi hermana y dentro 14 caramelos. Luego, bajo dibujo un conjunto grande con mi nombre y el de mi hermana, ese conjunto es de los dos, por eso dibujo 16 + 14 caramelos. Luego, más abajo, dibujo un signo menos y siete caramelos. Por último, dibujo un conjunto vacío que indica lo que nos queda. Ahora no lo puedo rellenar porque necesito realizar las operaciones.
-       ¿Lo he hecho bien?
A ver, me fijo bien, creo que sí, más o menos, es un esquema del problema.

  1. Hipotetizar. Realizar un plan: operaciones y pasos.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Tengo que decidir las operaciones que tengo que hacer, indicando su signo. Cuidado, me fijo en la primera, la segunda y la última.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
Vale, primero sumo mis caramelos y los de mi hermana; después, al resultado que obtengo le resto los que nos comemos. Vale, entonces la primera operación es una SUMA (signo +) y la segunda operación es una RESTA (signo -) Con estas operaciones obtengo el resultado del problema.
Y, CUIDADO, atención, el problema dice que ENTRE LOS DOS nos comemos los 7 caramelos, y no cada uno!!!!!
-       ¿Lo he hecho bien?
A ver, creo que sí, son dos operaciones.

  1. Estimar. Predecir la respuesta.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Aquí, más o menos, tengo que decir los resultados de cada operación y el resultado total.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
A ver, creo que de la primera operación más o menos, obtendré un resultado aproximado a 30. En la segunda operación, con la resta obtendré un resultado aproximado inferior, sobre veint-y-poco!
-       ¿Lo he hecho bien?
Creo que sí, más o menos, creo que los resultados son esos.

  1. Calcular. Hacer las operaciones.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Las operaciones en el orden correcto.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
A ver la primera operación, la suma, signo +. Realizo la suma 16 más 14 igual a 30. La segunda operación, la resta, signo -. Realizo la resta, cojo los 30 que tenemos y le quito, resto los 7 que nos comemos. Y el resultado es el resultado del problema!
-       ¿Lo he hecho bien?
Si, clara que si, está muy claro! Nos quedan 23!!!

  1. Comprobar.
-       ¿Qué tengo que hacer?
Comprobar las operaciones, comprobar que estén bien hechas, que el resultado sea similar a la estimación, y coherente con el enunciado.
-       ¿Lo estoy haciendo bien?
Veamos: repaso las dos operaciones, la suma y la resta. Me aseguro de que el resultado es similar a la estimación.
-       ¿Lo he hecho bien?
Sí, he seguido todos los pasos, y la comprobación me demuestra que está bien. Resolver problemas cuesta un poco pero con la práctica mejoraré!!!











- LA ADOLESCENCIA:

La adolescencia es el paso de la infancia a la edad adulta. Presenta dos momentos:

La pubertad, período en el que se da la maduración biológica reproductora.
La adolescencia, período que hace referencia a la maduración de las otras esferas de la persona, intelectiva, social, afectiva, etc. Ambas van en paralelo, pero se inicia y termina antes la pubertad.  

Cambios físicos en la adolescencia
1.- Se da un crecimiento rápido, "el estirón": Las chicas empiezan su "estirón" hacia los 11 años, alcanza su cenit a los 12, y hacia los 14 se va ralentizando. Los chicos suelen empezar a los 13 y se acelera entre los 14 y 15.

2.- El aspecto físico o imagen corporal tiene mucha importancia en la adolescencia. Es un periodo en el que se dan cambios físicos muy grandes, lo que requiere un tiempo de adaptación y reconocimiento de sí mismo por parte del adolescente.

3.- Cambios corporales externos: La altura llega a su límite en torno a los 19 años en las chicas, y un año más tarde en los chicos.

Al principio de la adolescencia se da bastante desproporción entre las distintas partes del cuerpo, y algunos adolescentes se ven a sí mismos como "espantapájaros". Poco a poco se va adquiriendo proporción. El tronco se ensancha y se alarga, mientras que las extremidades paran su crecimiento.

4.- Cambios corporales internos. Cambios en el sistema circulatorio -a los 18 años el corazón es 12 veces más grande que en el momento del nacimiento. El sistema respiratorio, los pulmones llegan su máximo desarrollo a los 17 años; en los chicos algo más tarde. Algo parecido ocurre con los demás sistemas orgánicos.

Cambios sexuales en la adolescencia

La edad media de la pubertad en las chicas está en torno a los 13 años, cuando aparece la primera regla (menarquia), y en los 14 años en los chicos.



 Hay distintos factores que influyen en el adelanto o retraso de la madurez sexual:


a) El clima: Se adelanta con el clima más cálido. En España la edad media de la menarquia es de 13 años y medio. Es más precoz en Andalucía y Canarias. En los trópicos puede adelantarse hasta los 10 u 11 años. En las zonas árticas se puede retrasar hasta los 17 o 18 años.


b) El sexo: Las niñas maduran antes que los niños. Les llevan casi dos años de ventaja en la maduración ósea, las chicas a los chicos.


c) La herencia y entorno: Hay una correlación entre la edad de menarquia de la madre y la de la hija. El entorno urbano adelanta la menarquia.


Hay otros caracteres que indican la maduración:


- Aparición del vello púbico
- Aparición de las llamadas "muelas del juicio"
- Ensanchamiento de la región pelviana (en las chicas). Un poco después empiezan a crecer los pechos
- La fertilidad empieza uno o dos años después de la menarquia.


Cambios psicológicos

a) Inestabilidad afectiva y fluctuación en la imagen de sí mismo. Se da gran variación en los estados de ánimo sin que medien circunstancias que pudieranexplicarlo. Unos días están pletóricos de ánimo y otros días caen en el desánimo.

b) Inseguridad. El adolescente se encuentra en tierra de nadie, pues ha abandonado el "papel" de niño y no ha alcanzado el de "adulto". En las sociedades primitivas este paso se realizaba a través de "ritos de iniciación".
La desproporción entre las metas que se persiguen y los recursos y experiencias necesarias para lograrlas hace surgir la desmoralización y la sensación de fracaso.

La reacción ante las dificultades y el sentimiento de inseguridad que tienen les lleva a mostrar una actitud de autoafirmación (a veces llevando la contraria a los padres por sistema), además de adoptar formas de rebeldía, que se interpretan como mecanismos de defensa de una personalidad todavía inmadura y amenazada.

c) Descubrimiento de la intimidad y tendencia a la introspección. En la adolescencia se descubre que uno es diferente, y se tiene además gran tendencia a acentuar esa diferencia. Se da así una búsqueda de una conducta original.
Descubre su mundo interior. Y surge la tendencia a aislarse del mundo que le rodea, a recrearse en ensoñaciones, en un mundo ideal propio al margen de la realidad. Un mundo interior que protege encerrándome en sí mismo.

d) Debilidad en la voluntad. Cuesta hacer las cosas, siente un cierto abatimiento ante las dificultades de la vida ordinaria. Se dedica con entusiasmo a lo que está dentro de sus intereses personales, no escatimando esfuerzo para ello, pero no así "con lo que tengo que hacer porque lo dicen mis padres".

Quiere conseguir las cosas ya, aquí y ahora. Tiende a lo inmediato y fácil, y le falta perseverancia para terminar lo que comienza.

Cambios en la inteligencia

1.- Inicio de la capacidad de abstracción de la inteligencia, lo que le permitirá poder "elevarse" por encima de lo que muestran los sentidos y llegar a conclusiones más generales, elaborando sus propias teorías.
2.- Influencia de la imaginación y los afectos en la inteligencia. El pensamiento está teñido por los sentimientos. Pone mucha carga afectiva en lo que piensa y dice. Por eso es muy radical en sus juicios y dogmático en sus afirmaciones. Le falta capacidad de matización: para él todo es blanco o negro, sin posturas intermedias.
3.-Período en el que se plantean las grandes interrogantes de la vida: ¿Quién soy?, ¿qué sentido tiene la vida?... Es un período crítico con la realidad social que le rodea, no se encuentra a gusto con ella, y quiere cambiarla de manera radical.

Cambios en la conducta social

1.- Tendencia a la conducta gregaria. Se adoptan señales, distintivos, normas del grupo, y una determinada jerga, que satisfacen en el adolescente las necesidades de pertenencia y afiliación.
Se traslada la dependencia de la familia, a la dependencia al grupo. Al incorporarse al grupo, incrementa su capacidad de acción: junto al grupo puede realizar cosas que serían imposibles para él solo.

2.- Necesidad de aceptación por sus iguales. El impulso que siente de evadirse del hogar le lleva al círculo de los amigos, la pandilla, en ella busca:
· Eludir la fiscalización del hogar
· Evitar que le traten como a un niño
· Necesidad de autoafirmarse y de que le acepten y le comprendan

3.- Hipersensibilidad al ridículo. Necesita de la seguridad de ser acogido en el grupo y no encontrarse con actitudes recelosas.

4.- Necesidad de la amistad. Busca un estrechamiento de los lazos de amistad, que muchas permanecen en la vida adulta. Se necesita del "amigo íntimo", a quien se pueda manifestar todo lo que siente y quiere. Pocas personas serán las que tengan esta consideración.

5.- Surgimiento de las pandillas. Se entiende por pandilla grupos pequeños que posibilitan el contacto entre sus miembros y regulan las relaciones cotidianas. La banda, consta casi siempre de varias pandillas, su misión suele ser la de organizar fiestas, reuniones..., lo que hace posible una integración entre los sexos.

   
- UN ADOLESCENTE EN LA FAMILIA... ¿SE AVECINA LA CRISIS?


La adolescencia es un proceso por el cual el individuo se desprende del equipaje de niño para alcanzar el de adulto. En esta etapa finaliza la feliz tranquilidad de la infancia para adentrarse en una búsqueda de la identidad y maduración de la personalidad.
Es precisamente en este periodo de búsqueda de su propia identidad como adulto donde se encuentra la mayor cantidad de conflictos que surgen en su mundo en relación con sus padres, con sus amigos e incluso consigo mismo. Porque estamos hablando de una etapa evolutiva de turbulencias, desasosiegos y en muchas ocasiones de vacío por no hallar el horizonte debido y no poseer unas expectativas claras.

Esta situación de malestar interno se manifiesta en gran parte de las ocasiones en disputas con todo y todos los que le rodean.

Pero la adolescencia ¿es tan grave como la pintan?, ¿supone realmente un desgasta emocional tan grande para los adultos?, ¿qué pueden hacer los padres para aliviar el paso por esta etapa? Así nos podríamos plantear infinidad de cuestiones que merecen una respuesta y por eso, en este artículo, no pretendemos describir las características psicoevolutivas de esta etapa, sino más bien encontrar algo de luz a algunos de estos planteamientos. Nos limitaremos a comentar algunas situaciones que se suelen dar y apuntaremos algunas observaciones que ayudarán a los padres a adoptar una postura positiva.

   En primer lugar hay que decir que la adolescencia se puede agrupar en tres fases:

               Adolescencia temprana: 10 a 13 años.

               Adolescencia media: 14 a 16 años.

               Adolescencia tardía: 17 a 19 años.

    Cada una de estas etapas dura aproximadamente tres años, pero esta duración es orientativa, ya que obviamente esto no es igual para todos, ni tiene reglas fijas. En esta etapa parecen haberse transformado en unos extraños seres que personifican algunas de las actitudes que tanto detestamos. Y su aparición nos desconcierta y su actitud nos resulta incomprensible.

     Para muchos padres es un periodo duro que hay que soportar y en el que no saben disfrutar. Para los padres puede ser una oportunidad de renovación de una etapa de la vida maravillosa. Para la mayoría de los padres es difícil asimilar que su hijo ya no es un niño pequeño, que a partir de ahora la palabra de ellos ya no es infalible y que su autoridad está en entredicho.

Es necesario que se permita al adolescente emitir juicios, aún a riesgo de que éstos sean disparatados. Pero debemos saber que tanto la violencia como el rechazo a los padres tienen un carácter defensivo, ya que de lo que realmente huye el joven es del peligro que supone la regresión definitiva, la no superación de su infantilismo.

    Después de reconocer que los adolescentes atraviesan dificultades, podemos hacernos la siguiente pregunta ¿los conflictos son inevitables?

     La adolescencia es un estadio propio de la especie humana: no se han descubierto en el animal conductas específicas de la adolescencia. Y es necesario aclarar que pubertad y adolescencia, no son sinónimos. Según Santiago García Tornel (pediatra): La pubertad se describe como el periodo durante el cual el cuerpo adquiere características adultas, y la adolescencia, el tiempo en que la persona crece y se desarrolla psicológicamente, emocionalmente y socialmente.” En las chicas el periodo puberal (estirón) se inicia a los 9-10 años; en los chicos a los 11-12 años. En la adolescencia algunas de las conductas pueden ser calificadas como pautas de conductas enfermizas, pero no suele ser así porque no debemos confundir “adolescente” con “persona defectuosa”, “incapaz de...” sino más bien pensar en él como persona en proceso de adaptación que ha de tomar algunas decisiones difíciles y ha de realizar algunos aprendizajes también difíciles. Digamos para concretar que:
             Pubertad: Acto de la naturaleza.

             Adolescencia: Acto del hombre.

    En este periodo de la vida, los jóvenes han de ganar independencia y justo ahora es cuando los padres imponen una mayor disciplina. Existen algunos punto de roce entre padres-hijos:

             1. El sistema de valores.

             2. El porvenir profesional.

             3. Las amistades del hijo.

    También es importante destacar que otros motivos de preocupación y sobre todo de discusión es “el horario de regreso a casa”. “ El tiempo de estudio y la paga”.

Generalmente los padres afrontan la adolescencia como una etapa de lucha, en la que hay que salir vencedores a toda costa. Pero no debemos buscar culpables porque tanto unos como otros ya se sienten así.

    Según Josep Cornellá en su libro “Cartas a un adolescente”: “La adolescencia no debe deshacer la convivencia en el seno de la familia, debe significar su transformación. Padres e hijos tenemos que aprender a tratarnos como personas adultas, con comprensión y respeto hacia las peculiaridades de cada uno”. Tampoco es bueno creer en los tópicos: “Las generaciones están enfrentadas”, o “Los jóvenes de hoy son peores que los de antaño”.

    La familia, sobre todo los padres, constituyen el principal apoyo para el adolescente y esta dimensión no debemos olvidarla a pesar de los conflictos intergeneracionales y de la necesidad del adolescente de separarse y diferenciarse de la familia. Esta debe transmitirle los valores y actitudes adecuados, proporcionar apoyo emocional y protección.

    Es muy importante mantener siempre abierta una vía de comunicación fluida y en ambas direcciones pero no es bueno “ser amigos” de los hijos; los amigos deben buscarlos ellos y los adultos deben provocar la admiración de los adolescentes y tener prestigio ante ellos.

    Es conveniente incluir algunos consejos para tratar con adolescentes. Según Carolyn Meeks, pediatra importante, aquí tenemos algunas “recetas” para tratar a los adolescentes, que nos serán de gran ayuda y nos servirán de síntesis final:

  1. No tome la forma de ser de un adolescente como algo personal.
  2. Escuche positivamente.
  3. Dígale que usted tiene el deber de establecer límites razonables.
  4. Comparta con él sus vivencias pasadas.
  5. Explíquele que es bueno tener secretos.
  6. Intente ser un buen modelo para su hijo.
Hay una pauta que suele ayudar y es enseñar a los hijos (sea la edad que sea) a plantearse objetivos que exigiremos su consecución siempre y cuando los padres sean modelos, es decir, sean ejemplo y cumplan antes ante los adolescentes. En este momento de la vida los padres pierden protagonismo y aparece, con todas sus deficiencias, la imagen real de cada uno, con su coherencia o incoherencia. Evidentemente, si los padres quieren que los hijos se esfuercen en conseguir los propósitos que se marquen, tienen que ser los primeros en poner empeño. En caso contrario, la autoridad paterna quedará anulada.

Y es que para comunicar a los hijos lo que consideran importante y valioso es necesario tener ocasión de hacerlo, es decir, han de producirse situaciones de diálogo. Y se entiende que el diálogo consiste en escuchar y hablar, no sólo en hablar. Para que el diálogo desarrolle la confianza de los hijos es necesario.








  • Tomarlos en serio, no tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.















  • Conviene no aprovechar la ocasión para sermonearles.

















  • Escuchar con atención lo que quieren explicarnos o preguntar.















  • Hablar también de lo que les interesa a ellos. Dar tiempo para abordar los temas que nos interesan a nosotros.












  • Hay que reconocer que conseguir el ambiente de diálogo con los hijos no es tarea fácil, pero es muy importante. No hemos de olvidar que el diálogo con los hijos no es un fin en sí mismo, sino un instrumento útil para nuestra tarea educativa y, en todo caso, el principio de una amistad entre adultos. El objetivo que perseguimos es comunicar los valores, establecer compromisos y valorar las cotas de autoexigencia y de autonomía logrados.


    Y a todo esto hay que añadir lo que supone el primer enamoramiento. Es uno de los sucesos más importantes de la vida de un adolescente y llega en una edad particularmente volcánica, en la que todo lo relacionado con los sentidos se magnifica. Para los adultos es algo pasajero destinado a convertirse en un bello recuerdo porque tenemos experiencia propia, pero nuestros hijos no tienen pasado afectivo y no pueden relativizar sus primeras vivencias.


    El adolescente se encuentra frente a un sentimiento desbordante, febril, indomable y arrebatador en el cual zambullirse caiga quien caiga. El deseo de estar con la amada/o llega a ser tan absorbente que plantea problemas familiares: los horarios; ya no quiere compartir tiempo con la familia; un poquito de “celos” por nuestra parte, etc. Lo cierto es que debemos respetar esta experiencia porque es trascendental y tienen derecho a vivir ese enamoramiento como lo siente. Debemos aceptarlo como un proceso normal sin intentar “bajarlos de las nubes” basándose en ironías. Bien es cierto que al tiempo que los padres deben ser considerados con los sentimientos de los chicos, éstos deben respetar algunas reglas familiares que aún siguen vigentes.


    Y por último cabría tener en cuenta otro aspecto muy importante en la vida del adolescente y es su relación con el sexo. El primer amor es la ocasión de los primeros juegos sexuales y de la deseada y temida primera relación sexual. Por ello no sirve de nada esconder la cabeza y dar la espalda a la realidad. Un clima de confianza y un diálogo abierto con nuestros hijos pueden evitar embarazos indeseados, o las temidas enfermedades de transmisión sexual. Debe incluirse información sobre anticonceptivos, sexo seguro, afrontándolo sin tapujos ya que es nuestra responsabilidad y abordando no sólo el aspecto físico de la primera relación sino el afectivo y las razones para no dar este importante paso.


    Pero ¿Qué hacemos cuando el primer enamoramiento acaba? Hay primeros amores que duran para siempre. Otros que acaban sin que apenas se den cuenta. Pero hay veces que el primer amor deja una huella dolorosa que puede alargarse durante meses. Los adolescentes pueden sufrir una verdadera depresión y sufrirán intensamente entre otras cosas debido a que no disponen de los recursos, las herramientas necesarias y adecuadas para defenderse. Esta situación los hace más vulnerables y acaban cayendo en situaciones que desde el punto de vista afectivo y emocional llegan a ser trágicas.a. La actuación de los padres debe ser prudente, no pueden hacer nada por alejar un dolor que forma parte de un proceso natural y por suerte “pasajero”. Debemos aceptar sus confidencias, si las hay y sobre todo debemos ser afectuosos nuestros hijos deben saber que estamos ahí y que siempre pueden contar con nosotros.


    Y es que no todo lo relativo a los adolescentes es tan negativo. Una reciente publicación de enero de 2003 afirma que los adolescentes siguen teniendo en los padres una referencia imprescincible. Viene a decir que los jóvenes están muy pendientes de lo que dicen sus padres, según la profesora Montserrat Castellana en su estudio sobre la relación de los adolescentes con los adultos. Hay adolescentes que confían en sus padres los secretos más ocultos o las preocupaciones más importantes porque encuentran en ellos el respaldo y el apoyo que esperan.


    La influencia de los padres en determinados ámbitos, se mantiene durante la etapa adolescente a pesar del papel predominante que aparentan tener los amigos. Según Montserrat Castellana en su tesis presentada en la Universitat Ramon Llull, los jóvenes reconocen a sus padres como educadores, como las personas que, además de resolverles los problemas económicos, les ofrecen ayuda incondicional y estable. Y pese a que muchas veces aseguran que finalmente acaban pidiendo ayuda a los amigos, por razones de confianza y de comprensión, reconocen que la experiencia o la capacidad de dar consejos radica sobre todo en los padres.

       Para esta profesora eso significa que “al menos en la cultura latina, los adultos continúan siendo un referente para los jóvenes, que la distancia generacional no impide el reconocimiento del valor de la experiencia y que pese a algún portazo o palabras a destiempo, los jóvenes están muy pendientes de lo que dicen sus padres".




    Podrás leer más artículos relacionados en esta página del Ministerio de Educación. Instituto de Tecnoloías Educativas.  http://ntic.educacion.es/w3//recursos2/e_padres/

    1 comentario:

    1. Libro Interesante o más bien aconsejable:

      Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen.
      Autor: A.Faber.

      Muy importante fijarse en la segunda parte del título del libro.
      Sin querer caer en el sentimiento de culpabilidad, sí es cierto que en ocasiones los padres creemos que sólo nosotros somos los dueños de la palabra y son nuestros hijos los que tienen que poner oidos a todo aquello que queremos decirles.

      Stop!!! Listen and speak. Como diría en mis clases de Inglés.

      Para, Escucha y habla por que en ocasiones... los problemas no son tan difíciles de resolver si escuchamos bien lo que nuestros hijos nos tienen que decir. ( Sí, tenemos tiempo para escuchar y lo primero es saber cosas sobre nuestros hijos, lo que más queremos en este mundo)

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